¿Por qué hacer un intercambio?

Una amistad para toda la vida

Dos niños de la misma edad, de países diferentes, con estilos de vida distintos, pasan una décima parte de su vida juntos, ¡es decir un año! Una amistad para toda la vida. ¡Qué suerte tener una segunda familia a los 10 años (o más) y, además, en otro país! No hay que olvidar a las dos familias que participan plenamente en este intercambio. Se visitarán, pasarán las vacaciones juntos y conocerán el país del otro. El extranjero se convierte en familia. A menudo, los niños y las familias siguen en contacto para toda la vida.

Descubrir otra cultura

¡Una vida de inmersión total gracias a la vida en una familia de intercambio!
Los niños pasarán un año juntos, 6 meses en el país de cada uno por turno. De este modo, los niños se integran fácilmente yendo a la escuela, realizando diversas actividades y siguiendo la vida cotidiana de su hermano o hermana de intercambio. Aprenderán las costumbres de su nuevo país, de su nueva familia y se sumergirán así en una segunda cultura.
A su regreso, muchos niños piden volver a otro país para hacer otro intercambio.

Aprender un nuevo idioma

No creemos que sea exagerado el decir que los niños vuelven casi bilingües (lengua hablada), al menos mediante el programa de 6 meses. Los resultados son excelentes. Los niños hablan el nuevo idioma como los niños de su edad. Algunos niños vuelven con una excelente pronunciación y entonación.